ANDRÉS MORANTES | andres@morantes.com
Licenciado en Letras y Liderazgo. Especialista en Administración de Negocios. Fotógrafo y Diseñador Visual. Teólogo y Especialista en Gestión Ministerial. Coach de Vida, Ontológico y de Equipos. Ha trabajado durante más de 20 años en marketing, creatividad y fotografía para organizaciones privadas y sin ánimo de lucro. Es autor y editor de varios libros y ofrece consultoría y coaching en liderazgo, creatividad y comunicaciones.
Bogotá, 24 de Octubre de 2024
Este capítulo comienza relatando la historia de Javier, un hombre de negocios cuya vida estaba llena de presión y estrés. A pesar de su éxito, sentía que el peso de sus preocupaciones afectaba su bienestar y sus relaciones. Sin embargo, un simple consejo de su colega marcó el inicio de un cambio: meditar cada mañana en el versículo Salmos 46:10: “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios”. Este versículo fue el punto de partida para que Javier comenzara a transformar su vida, desarrollando una rutina de oración y descanso en medio de su ocupada agenda.
Con este hábito, descubrió que podía encontrar la paz y enfrentar cada día con una perspectiva renovada. El capítulo explica que el estrés es una respuesta natural de nuestro cuerpo a situaciones desafiantes. Pero cuando este estrés se convierte en un estado crónico, comienza a impactar negativamente en nuestra salud mental, física y espiritual. La Biblia nos recuerda en Proverbios 12:25 que “la angustia abate el corazón del hombre”. Dejar que el estrés domine nuestras vidas nos lleva a un ciclo de ansiedad que afecta todo nuestro entorno, desde la salud hasta las relaciones.
El capítulo presenta diversas estrategias para enfrentar el estrés, comenzando con la oración y la meditación en la Palabra de Dios. En Salmos 94:19 dice: “En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma”. La oración se convierte en una forma de entregar nuestras cargas y encontrar consuelo en Dios. Con este acto de confianza, buscamos alivio y fortaleza para enfrentar los desafíos de cada día.
Otro pilar fundamental es la meditación en la Palabra. Esta parte del texto también te invita a tomar un tiempo diario para reflexionar en versículos que te recuerden la paz y fidelidad de Dios. Por ejemplo, en Mateo 6:34, Jesús nos exhorta a no preocuparnos por el mañana, recordándonos que el estrés por lo que está fuera de nuestro control solo nos resta bienestar. La importancia del descanso es también un aspecto clave en este capítulo. Desde Génesis, Dios establece el descanso como una necesidad para el cuerpo y el alma. Al descansar, no solo renovamos nuestras fuerzas, sino que recordamos nuestra dependencia en Dios.
El autocuidado en tiempos de estrés nos permite estar presentes y mantener relaciones más sanas con los demás. El capítulo nos recuerda que la conexión con una comunidad puede ser esencial para aligerar la carga. Gálatas 6:2 nos invita a “ayudarnos mutuamente a llevar las cargas”. El compartir nuestras luchas y recibir apoyo de personas de confianza puede darnos el alivio y ánimo que necesitamos.
Este capítulo de “Cambia Tu Mente: Psicología Práctica desde una Perspectiva Bíblica y Cristiana”, ofrece una guía práctica y fundamentada en la Palabra para enfrentar el estrés desde una perspectiva bíblica y saludable. ¿Estás listo para encontrar tranquilidad en medio de las tormentas de la vida?